El burro que aprendió a tocar el violonchelo… y a tomar fotografías

De música, marketing, y fotografía

Mi historia en la fotografía comenzó en 2015 cuando fui invitado a trabajar con la empresa de mercadotecnia en línea OVALMINT con matriz en California EU. Si bien viajar y la aventura definitivamente es lo mío, la soledad y el choque cultural me golpearon severamente. Mis escapes de la monotonía eran mis caminatas en los imponentes bosques de sequoias gigantes de las profundidades de la Sierra Nevada. 

Durante una de mis caminatas recordé una secuencia de fotografías que ví durante mi infancia en la ciudad Francesa Estrasburgo que me impresionó muchísimo. Se trataba de un tríptico que reflejaba el proceso de una joven estudiante al encontrarse con un problema matemático, la dificultad de resolverlo, y la alegría de encontrar la solución. Esas tres imágenes han estado presentes en mi mente desde que tengo 8 años de edad. 

Mi objeto más preciado durante esos años fue una cámara Polaroid que mi padre consiguió durante una liquidación en un pequeño supermercado. Al poco tiempo un amigo de la familia nos prestó un trailer park que remolcamos con nuestro pequeño Peugeot 205 que apenas andaba. Ese viaje, aunque austero, abrió un mundo completamente diferente frente a mis ojos que no dudaban en poner su pequeña cámara por delante para capturar esos momentos y recuerdos familiares. 

Treinta y dos años después durante esa caminata en Giant Forrest, decidí regresar a esa pasión que inicié en la infancia y tuve que abandonar durante la adolescencia por falta de medios. Ahorré durante algunos meses y conseguí la cámara digital más económica que encontré en el mercado y reinicié mi aventura fotográfica. 

Ese año, durante una fiesta de navidad a la que me invitó una compañera de mi clase de tango (tengo dos pies izquierdos) conocí a la fotógrafa Tamela Ryatt, maestra de fotografía en Fresno City College y coordinadora del departamento de fotografía del equipo local de baseball The Fresno Grizzlies. Tamela me abrió las puertas al mundo de la fotografía profesional. Al mismo tiempo, algunos clientes de la empresa de marketing para la que aún trabajo, contrataron mis servicios de fotografía. Ahí aprendí y desarrollé habilidades como fotógrafo para proyectos arquitectónicos, diseño de interiores, alimentos, restaurantería y fotografía corporativa.